Un Presidente que aunque no suele manejar, porque tiene chofer, y la agenda al límite, ajustada, de actividad en actividad. Mauricio Macri se hizo un tiempo para ir a renovar el registro. Llegó solo a la Dirección General de Licencias. Fue durante la mañana del martes 26 de abril en la Dirección General de Licencias, ubicada en el barrio de Villa Lugano, perteneciente a la comuna 8 de la ciudad autónoma de Buenos Aires.

El trámite comenzó pasadas las 9 horas de la fría mañana, aún más helada en esa zona donde suelen acumularse personas para hacer trámites similares al que realizó el presidente.

El mandatario fue solo a realizar el trámite que no volverá a repetir hasta dentro de cinco años. Sobre la avenida Roca, en el predio lindero al autódromo porteño, Macri arribó puntual, tal como exigen a quienes deben hacer la renovación del carnet de conducir. Allí, el presidente debió atravesar todos los pasos: examen visual, auditivo, médico y psicológico.

De este modo, debió mirar por el visor y alcanzar a leer las líneas de letras; escuchar por auriculares una serie de sonidos y levantar la mano de acuerdo a qué lado oiga; sentarse frente al médico que hace una breve ronda de preguntas y uno de los últimos, llevar a cabo el test psicológico de Bender, que consiste en una serie de dibujos con líneas, círculos y otras formas sobre una hoja, utilizando un lápiz.

Al llegar, fue recibido por el titular de la Dirección General de Licencias, Mariano Casabella, quien lo acompañó durante el recorrido. El presidente no tuvo mayores dificultades para sortear el exámen y estar al día.

Es que aunque el presidente tenga chofer y no maneje, nunca se sabe cuándo puede surgir la necesidad de sentarse frente al volante. Y si ese momento llega, es mejor estar preparado y tener todo en regla.

Fte: GCBA
Redacción / Edición: Libralato Romina
publicación: 28 de abril de 2016 - caracteres 1794